sábado, 15 de junio de 2013

Representación en el Renacimiento


Es un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de la cultura clásica.

Representaciones renacentistas del diablo
Grabado sobre el Apocalipsis que a finales del siglo XV realizó Albrecht Dürer. En la imagense puede  ver en la esquina inferior izquierda a un ángel que encadena a Lucifer, en la parte superior, otro ángel enseña a San Juan una ciudad que representa la nueva Jerusalem. La imagen forma parte de una serie que Durero realizó entre 1497 y 1498 sobre el tema.



La siguiente imagen fue realizada por un grabador anónimo e impresa por Dirk Jacobsz en 1525. Representa la tentación de Cristo. El demonio aparece representado con alas de ángel, rabo y orejas puntiagudas.




En esta imagen, aparece la iglesia celestial protestante confrontada con la iglesia católica terrena. Dos sacerdotes protestantes y sus respectivas congregaciones aparecen rodeados de nubes en primer plano. Al fondo, el Anticristo se encuentra en su trono rodeado por clérigos. Está datada en 1548 y su impresor fue Matthias Gerung.



La siguiente imagen es una revisión del grabado de Dürer. En esta aparecen dos ángeles encadenando a sendos diablos y la Nueva Jerusalem de fondo. Es el grabado número 21 de una serie realizada entre 1546 y 1555 por Jean Duvet para ilustrar el Apocalipsis.

La revelación de San Juan Evangelista. En el centro de la imagen puede verse al Evangelista teniendo una revelación, con un libro con la primera línea de su evangelio sobre sus piernas. A sus pies se encuentra el diablo cayendo a un foso. A la misma altura, a los lados, aparecen representados los otros tres evangelistas. En la parte superior la Trinidad. El diablo aparece representado como una serpiente alada y con garras.



Entre 1544 y 1558, Matthias Gerung imprimió una serie de grabados para ilustrar La vida del Anticristo, en 1565 se les añadirían ornamentos y textos a las imágenes de los que prescindo aquí. Gerung imprimió prácticamente al mismo tiempo que esta serie otra que ilustraba el Apocalipsis; completamente independiente. Recojo dos imágenes especialmente interesantes. La primera de ellas es el nacimiento del Anticristo. Aparece en el centro de la imagen, sentada en un trono, una parturienta con la cabeza cubierta y enseñando los pechos, de su vagina sale un diablo y un bebe entre llamas, dos mujeres la asisten a ambos lados y una comadrona agarra al niño, mientras que el diablo sale por sí mismo. A la derecha de la imagen vemos a dos comadronas sosteniendo a otro recien nacido, una de ellas lo amamanta sobre un brasero. El trono representa el poder regio, siguiendo de alguna manera el texto del Apocalipsis.




La segunda imagen de esta serie que he escogido es el bautismo del Anticristo. En clara clave reformista, el Anticristo lleva en su cabeza una tiara papal. Se encuentra rodeado por un grupo de demonios vestidos como sacerdotes y monjas. La pila bautismal está en llamas y el sacerdote que realiza la ceremonia tiene orejas de burro, piernas con alas y garras y sostiene un nerdiludium o tabla de backgammon (sin bromas) que simboliza a la iglesia anglicana.



Es interesante cómo el mismo grabador representa de dos maneras tan distintas al diablo. En la primera imagen tenemos a San Miguel pisando la cola del demonio que permanece en el suelo. Se trata de un ángel con cola de serpiente. Por supuesto, la representación depende directamente del Apocalípsis: “Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.” (Apocalipsis XII: 7-9)




La segunda imagen de Marten de Vos es la de Cristo venciendo al Diablo. En este caso, en lugar del híbrido entre ángel y serpiente nos encontramos la representación más tradicional del demonio. Cristo permanece con la cruz sobre él, en señal de su crucifixión como redención de los pecados de la Cristiandad, como reflejo del vencimiento del pecado original, al lado del Diablo se encuentra una serpiente mordiendo una manzana. A la vez, el Diablo aparece representado con una calavera que representa la vida mortal y su vencimiento.



El diablo, por supuesto, también tiene una intervención directa en la vida cotidiana. Un buen ejemplo, y a la vez un alarde de imaginación creativa, se encuentra en las tres imágenes que Hendrik Goltzius dedicó al tema del matrimonio (1595). En la imagen dedicada al matrimonio de conveniencia, quien oficia el enlace es Satanás. Aquí aparece reflejado con patas de cabra, garras de águila en vez de manos, pechos de mujer, cuernos y una capucha que le cubre la cabeza.



En el mismo año que Goltzius realiza su grabado, un viejo conocido nuestro, Theodor de Bry, realiza su alfabeto, el New Kunstliches Alphabet, en la línea de los alfabetos figurativos del Renacimiento. Como es lógico, De Bry dedica la letra A, por ser principio de todo, al Génesis. En ella podéis ver cómo aparece Eva —a vuestra derecha, por si hay dudas— entregando la manzana a Adán y el diablo en la parte superior —con rostro de mujer— siguiendo la línea iconográfica que vimos en el primer grabado de Marten de Vos.



De fecha y grabador desconocidos, aunque realizado probablemente entre 1590 y 1604 es el grabado que acompañó al A Concent of Scripture de Hugh Broughton. En la imagen puede verse a una mujer coronada representando a Roma que galopa sobre una bestia de siete cabezas que representa al Imperio y con otra bestia de siete cabezas a la izquierda que representa a Satán. El papa está representado por un animal debajo de ellos y a la izquiera puede verse un gran insecto coronado representando al papa. Al pie de la imagen se lee: “The empire of Rome, that crucified our Lorde and serveth Satan in might and Hypocrisy is pictured thus in God’s worde”.



Además de todos los grabados que hemos visto, circunscritos al ámbito de lo moral, a la simbología propagandística o a la representación bíblica, también hay en el Renacimiento representaciones monstruosas de Lucifer sin ningún tipo de carga adicional, salvo la recreación en lo horrendo. El mejor ejemplo es el conocido grabado de Lodovico Cigoli, realizado ya en el siglo XVII. Aquí Lucifer está representado como un ser monstruoso de tres cabezas y tres pares de alas, sumergido hasta el pecho en un lago devorando almas. El Lucifer tricéfalo recuerda a la Alegoría de la Prudencia de Tiziano.



La imagen del Lucifer devorando almas tiene una extensísima tradición, que arranca prácticamente en los comienzos de la Edad Media. Representación de los siete pecados capitales en el grabado que Andrea de Cione realizó en la década de los 60 del siglo XV:







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