Es un amplio movimiento cultural que se
produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes
se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en
las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y
desarrollo de este movimiento.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de
las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del
mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba
ciertos elementos de la cultura clásica.
Representaciones renacentistas
del diablo
Grabado
sobre el Apocalipsis que a finales del siglo XV realizó Albrecht Dürer.
En la imagense puede ver en la esquina
inferior izquierda a un ángel que encadena a Lucifer, en la parte superior,
otro ángel enseña a San Juan una ciudad que representa la nueva Jerusalem. La
imagen forma parte de una serie que Durero realizó entre 1497 y 1498 sobre el
tema.
La siguiente
imagen fue realizada por un grabador anónimo e impresa por Dirk Jacobsz en
1525. Representa la tentación de Cristo. El demonio aparece representado con
alas de ángel, rabo y orejas puntiagudas.
En esta
imagen, aparece la iglesia celestial protestante confrontada con la iglesia
católica terrena. Dos sacerdotes protestantes y sus respectivas congregaciones
aparecen rodeados de nubes en primer plano. Al fondo, el Anticristo se
encuentra en su trono rodeado por clérigos. Está datada en 1548 y su impresor
fue Matthias Gerung.
La siguiente
imagen es una revisión del grabado de Dürer. En esta aparecen dos ángeles
encadenando a sendos diablos y la Nueva Jerusalem de fondo. Es el grabado
número 21 de una serie realizada entre 1546 y 1555 por Jean Duvet para ilustrar
el Apocalipsis.
La
revelación de San Juan Evangelista. En el centro de la imagen puede verse al
Evangelista teniendo una revelación, con un libro con la primera línea de su
evangelio sobre sus piernas. A sus pies se encuentra el diablo cayendo a un
foso. A la misma altura, a los lados, aparecen representados los otros tres
evangelistas. En la parte superior la Trinidad. El diablo aparece representado
como una serpiente alada y con garras.
Entre 1544 y
1558, Matthias Gerung imprimió una serie de grabados para ilustrar La vida
del Anticristo, en 1565 se les añadirían ornamentos y textos a las imágenes
de los que prescindo aquí. Gerung imprimió prácticamente al mismo tiempo que
esta serie otra que ilustraba el Apocalipsis; completamente
independiente. Recojo dos imágenes especialmente interesantes. La primera de
ellas es el nacimiento del Anticristo. Aparece en el centro de la imagen,
sentada en un trono, una parturienta con la cabeza cubierta y enseñando los
pechos, de su vagina sale un diablo y un bebe entre llamas, dos mujeres la
asisten a ambos lados y una comadrona agarra al niño, mientras que el diablo
sale por sí mismo. A la derecha de la imagen vemos a dos comadronas sosteniendo
a otro recien nacido, una de ellas lo amamanta sobre un brasero. El trono
representa el poder regio, siguiendo de alguna manera el texto del Apocalipsis.
La segunda
imagen de esta serie que he escogido es el bautismo del Anticristo. En clara
clave reformista, el Anticristo lleva en su cabeza una tiara papal. Se
encuentra rodeado por un grupo de demonios vestidos como sacerdotes y monjas.
La pila bautismal está en llamas y el sacerdote que realiza la ceremonia tiene
orejas de burro, piernas con alas y garras y sostiene un nerdiludium o tabla de backgammon (sin
bromas) que simboliza a la iglesia anglicana.
Es
interesante cómo el mismo grabador representa de dos maneras tan distintas al
diablo. En la primera imagen tenemos a San Miguel pisando la cola del demonio
que permanece en el suelo. Se trata de un ángel con cola de serpiente. Por
supuesto, la representación depende directamente del Apocalípsis: “Hubo un gran
combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También
el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar
en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el
llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la
tierra y sus ángeles con él.” (Apocalipsis XII: 7-9)
La segunda
imagen de Marten de Vos es la de Cristo venciendo al Diablo. En este caso, en
lugar del híbrido entre ángel y serpiente nos encontramos la representación más
tradicional del demonio. Cristo permanece con la cruz sobre él, en señal de su
crucifixión como redención de los pecados de la Cristiandad, como reflejo del
vencimiento del pecado original, al lado del Diablo se encuentra una serpiente
mordiendo una manzana. A la vez, el Diablo aparece representado con una
calavera que representa la vida mortal y su vencimiento.
El diablo,
por supuesto, también tiene una intervención directa en la vida cotidiana. Un
buen ejemplo, y a la vez un alarde de imaginación creativa, se encuentra en las
tres imágenes que Hendrik Goltzius dedicó al tema del matrimonio (1595). En la
imagen dedicada al matrimonio de conveniencia, quien oficia el enlace es Satanás.
Aquí aparece reflejado con patas de cabra, garras de águila en vez de manos,
pechos de mujer, cuernos y una capucha que le cubre la cabeza.
En el mismo
año que Goltzius realiza su grabado, un viejo conocido nuestro, Theodor de Bry, realiza su
alfabeto, el New Kunstliches Alphabet, en la
línea de los alfabetos figurativos del
Renacimiento. Como es lógico, De Bry dedica la letra A, por ser principio de
todo, al Génesis. En ella podéis ver cómo aparece Eva —a vuestra
derecha, por si hay dudas— entregando la manzana a Adán y el diablo en la parte
superior —con rostro de mujer— siguiendo la línea iconográfica que vimos en el
primer grabado de Marten de Vos.
De fecha y
grabador desconocidos, aunque realizado probablemente entre 1590 y 1604 es el
grabado que acompañó al A Concent of Scripture de Hugh Broughton. En la
imagen puede verse a una mujer coronada representando a Roma que galopa sobre
una bestia de siete cabezas que representa al Imperio y con otra bestia de
siete cabezas a la izquierda que representa a Satán. El papa está representado
por un animal debajo de ellos y a la izquiera puede verse un gran insecto
coronado representando al papa. Al pie de la imagen se lee:
“The empire of Rome, that crucified our Lorde and serveth Satan in might and
Hypocrisy is pictured thus in God’s worde”.
Además de
todos los grabados que hemos visto, circunscritos al ámbito de lo moral, a la
simbología propagandística o a la representación bíblica, también hay en el
Renacimiento representaciones monstruosas de Lucifer sin ningún tipo de carga
adicional, salvo la recreación en lo horrendo. El mejor ejemplo es el conocido
grabado de Lodovico Cigoli, realizado ya en el siglo XVII. Aquí Lucifer está
representado como un ser monstruoso de tres cabezas y tres pares de alas,
sumergido hasta el pecho en un lago devorando almas. El Lucifer tricéfalo
recuerda a la Alegoría de la Prudencia de Tiziano.
La imagen
del Lucifer devorando almas tiene una extensísima tradición, que arranca
prácticamente en los comienzos de la Edad Media. Representación de los siete
pecados capitales en el grabado que Andrea de Cione realizó en la década de los
60 del siglo XV:
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